Vestuario impecable
El jugador se pone su ropa, sus botines y sale hacia el césped con la ilusión de darle a la gente, a sí mismo y a sus compañeros, la ansiada victoria por la cual se entrenó toda la semana, aquella que le permita sumar los tres puntos en la tabla que le permite soñar con devolver a Ferro a la máxima categoría. Para esto, necesitan de ciertas personas que hacen que la previa del encuentro y el post partido sean un ritual único y llevadero. Marcos y Sergio, utileros de Oeste, son los responsables no sólo de preparar todo para ellos sino que también se encargan de otras cosas.
– Además de su trabajo, ¿Cómo manejan la parte humana dentro del vestuario?
– M: Yo hablo mucho con los chicos de inferiores, siempre lo hice. Los grandes ya tienen más experiencia y es distinto, pero con los pibes me gusta aconsejarlos, no en lo futbolístico, para eso está el entrenador pero si en otras cosas. Ellos salen a la cancha a jugar, ganan, pierden o empatan pero tienen que sentirse cómodos en todo momento, en el vestuario así que estoy a disposición de ellos en todo.
S: Yo hablo un poco menos con ellos, sólo les pregunto como están, si están cansados o si se sienten bien.
– Entiendo que el corte de pelo de Marcos fue una promesa, ¿Hay alguna para este semestre?
– M: Si, la temporada pasada prometí que me pelaba si ascendíamos, pero antes era que si entrabamos al Reducido me cortaba el pelo así que cumplí. Y la otra la mantengo, si ascendemos me pelo, ahora va a doler un poco menos, ja.
– S: Yo ya estoy pelado, así que no sé qué promesa podría hacer. Creo que haría al revés que Marcos, él se rapa y yo me dejo la barba larga. Con tal de que se dé, me dejo la barba.
– Marcos, el año pasado dijiste que Salmerón iba a hacer 20 goles, hizo 19, estuviste ahí de acertar. ¿Este semestre te animás a decir otro número?
– M: Para este semestre le dije que va a hacer 12, me contestó que era mucho, pero si hace diez vamos a pelear arriba.
– ¿Cómo vienen los trabajos de pretemporada?
– M: Es dura pero los veo bien porque están haciendo mucho trabajo con pelota y les gusta, están contentos. Y esto es el comienzo porque como todos los días les digo: vamos por la revancha. El año pasado fue muy lindo, el club vivió algo distinto, hay muchas cosas que mejoraron, todo está ordenado y llegar a dónde llegaron fue especial. Ver cómo la gente volvía a la cancha, ver llorar de emoción a los nenes que estaban ilusionados de verlo en Primera, todo eso fue muy lindo y están motivados para darle eso a Ferro. Fue en la única cancha que pese a la derrota del último partido, todo fue una fiesta y los jugadores se fueron aplaudidos.
– Tienen las energías renovadas, ¿No?
– S: Si, fue un golpe duro, pero ellos están con ganas. Trabajar acá en Pontevedra es laburar en casa, es todo una familia. Hay muy buenas expectativas.
– Y ustedes tampoco tienen descanso…
– S: Si, estamos como los jugadores que hacen doble turno. Son dos semanas que requieren de más esfuerzo pero lo hacemos con alegría. Intentamos que todos se sientan bien, que no les falte nada.