Marín: «Tengo muchas ganas»

Finalizando la segunda semana de la pretemporada, dialogamos con uno de los nuevos jugadores de Oeste acerca de su llegada al club.

¿Cómo llegó la propuesta de venir a Ferro y por qué la elegiste?

La propuesta llegó rápido, con mi familia queríamos quedarnos en Olavarría definitivamente para priorizar la familia o buscar algo cerca, yo ya soy un hombre grande, tengo hijos adolescentes, y estando en Formosa se complicada mucho y no los veía. Cuando surgió la chance de venir, me interesó mucho, conozco bien la historia del club, yo soy de Buenos Aires, así que desde chico venía a ver a Ferro en La Liga. Siempre te llama la atención el hecho de poder jugar acá, y también es un plus tener a mi mamá en la ciudad, estar cerca de toda la familia. Conozco a Hernán (Laginestra) desde hace muchos años, este sería el cuarto año que comparto equipo con él. El hecho de saber que estaban Seba Orresta (jugaron juntos en Estudiantes de Concordia), Pato Pallares que lo conozco de chiquito, eran muchos puntos que jugaron a favor para tomar una decisión rápida. Cuando empezaron las negociaciones era plantar bandera en mi cuidad y me quedaba jugando ahí o era Ferro, no quería salir a buscar otras ofertas porque me interesaba estar acá.

“Es un club tremendo, me llamó la atención lo grande que es. Veo mucho movimiento, tiene mucha vida. Yo vengo de Formosa, allá es muy diferente, estábamos nosotros solo en el estadio. Por un lado está bueno porque trabajas tranquilo, tenés todo a mano, pero también me gusta que tenga vida el club. Yo me crié en Huracán de San Justo, donde también compartíamos con muchas disciplinas el gimnasio, y volver a eso se disfruta”.

A Hernán lo tuviste como técnico en dos etapas diferentes de tu vida, ¿Cómo se encontraron ahora?

Yo creo que estamos en constante cambio, yo cambié mucho. Antes era un jugador mucho más temperamental que chocaba más con los técnicos, hoy puedo decir las cosas de diferente manera, de una forma más positiva. Con Hernán hablamos poco pero nos conocemos mucho, él sabe lo que yo puedo dar para el equipo, y también sé lo que él pretende que yo dé. Esperemos tener una buena comunión y agarrar química. El equipo del año pasado jugó muy buen básquet y a Hernán le gusta jugar bien: ser prolijos, respetar las reglas del juego defensivo y ofensivo. Se mantuvo una base (Seba, Toto, Lucho y Kevin), ya sabemos la mayoría lo que pretende el técnico y eso es un punto a favor a la hora de arrancar porque nos tenés que explayarte tanto.

Estoy contento porque los años que me dirigió él dentro de la cancha me sentí cómodo. En Concordia nos ha ido muy bien, y hace muchos años, en Olavarría cuando recién arrancaba como técnico, el equipo era candidato al descenso y terminamos siendo revelación. Las expectativas son las mejores para lo que viene.

La Liga Sudamericana es algo muy lindo de jugar, les abre las puertas a los jugadores jóvenes, al club. El equipo lo puede usar para tomar forma y amoldarse.

¿Cómo te describís como jugador?

Para el grupo aportaré mi experiencia, y en cuanto al juego, soy un jugador temperamental, que trata de darle a cada momento lo mejor que tengo dentro para no quedarme con nada a la hora de ir al vestuario. En lo técnico hay días que la bola va a entrar y otros que no, pero me parece que lo fundamental, es que cuando uno salga de los entrenamientos y de los partidos se sienta vacío, que dejó todo, es la mejor manera de irse tranquilo a la casa. Tengo muchas ganas, mucho por dar todavía, y estoy muy entusiasmado con el grupo que se armó, hay pibes muy buenos y el encarar La Sudamericana y La Liga son puntos importantes para tener la motivación bien alta.